ADICCIÓN A LAS PANTALLAS EN MENORES

Hoy queremos dedicar unas líneas a tratar un tema, que como muchos otros, se está convirtiendo en un hábito y es la fijación que presentan muchos menores, desde edades cada vez más tempranas, a los videojuegos, tabletas interactivas, tv, móviles…etc

Típica escena habitual por desgracia en un restaurante: una familia sentada en una mesa, los niños con el móvil en la mano y la cara pegada a la pantalla.

En Asip recibimos todas las semanas muchas consultas con una fuerte conexión con la fijación de los niños por las pantallas: dificultades de motricidad fina, ausencia de juego simbólico, problemas de socialización, desmotivación escolar, apatía generalizada, epidodios de agresividad, dificultades para comunicar emociones básicas, ausencia de vínculos familiares…

Cuando tratamos esta cuestión con los padres nos encontramos con que la pantalla es un hábito normalizado en casa, que obstaculiza el fluir de la dinámica familiar.

Un tanto por ciento muy elevado de padres no sabe o «no quiere ver» que los videojuegos que tiene y utiliza su hijo menor, son para mayores de 14 ó de 18 años. Video juegos en los que se atropella a gente, se dispara, se roba…

Los periódicos y la policia lleva alertando de este fenómeno los ultimos 5 años. La OMS hizo oficial en Mayo la inclusión de la adicción a los videojuegos como TRASTORNO MENTAL.

El menor en casa tiene el control de este tema, el poder tecnólogico en su mano y la ausencia de límites en ocasiones por parte del adulto. Cuando el adulto toma conciencia de la gravedad de la situación, es conocedor de los conflictos que se generan en casa al intentar dar la vuelta a la situación.

Desde Asip recomendamos:

-Fomentar una rituna alternativa de ocio saludable conjunta padres-hijos.

-Encontrar el punto medio entre «reestringuir por completo» y ser permisivos.

-Hablar de estos temas en casa con nuestros hijos.

-No esperar ante la necesidad de consultar a un especialista.

-No normalizar algo tan contraproducente para el desarrollo del niño, como un hábito.

Roberta Luoni Nº COL M 23845

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