La tarea de ser padres conlleva tener muchas dudas sobre el desarrollo y la crianza de los más pequeños de la casa.
Realizar una consulta puntual a tiempo, puede evitar preocupaciones mayores en el futuro que afectarán a la dinámica familiar del día a día.
Desde ASIP aconsejamos consultar ante:
-Periodos de comportamiento negativo o inusual que no conseguimos reconducir y se mantienen en el tiempo.
-Tristeza profunda y/o verbalizaciones negativas recurrentes.
-Lazos afectivos desgastados entre el menor y otros miembros de la familia.
-Tics, Fobias, y/o miedos intensos.
-Baja autoestima.
-Dificultades para comunicar emociones.
-Impulsividad, agresividad, falta de comunicación o comportamiento desafiante.
-Dificultades de sueño y/o alimentación.
-Retraimiento o aislamiento social.
-Acoso escolar.
En todas las consultas se trabaja tanto con el menor como con toda la unidad familiar.